Mantenga la botella en posición vertical y alejada de la luz a temperatura ambiente, o entre 18 y 22 grados. La mezcla de Hennessy Paradis Imperial es tan sutil y precisa que, una vez abierto el decantador, se aconseja consumirlo en un plazo de un año.
Al igual que el vino, el cognac se refina con el paso del tiempo. Durante su revelador proceso de añejamiento en barrica, el cognac se ve expuesto a décadas de intrincados intercambios entre el aire, el agua de vida y el roble para pulir, capa a capa, su carácter único.
La diferencia respecto al vino reside en el potencial del cognac para vivir eternamente. Una vez transferido de la madera al cristal, deja de envejecer, atesorando en su interior toda la vitalidad de los aromas destilados en el pasado. De modo que un decantador sellado de Hennessy Paradis Imperial permite conservar intactas casi indefinidamente las extraordinarias cualidades de este cognac.